AQUI LES COMPARTO UN CUENTO QUE ME ENCANTO DESDE LA PRIMERA VEZ QUE LO LEI Y EN CUANTO SE LOS CONTE A MIS ALUMNITOS ELLOS QUEDARON FACINADOS, ESPERO OBTENER EL MISMO EFECTO CONTIGO...
Fecha histórica
José Arenivar Padilla
Sucedió a mediados de abril, la mañana estaba fresca y húmeda por la leve lluvia de la noche anterior. Salí a la calle e inhale profundo. El aroma de los jardines flotaba en el ambiente penetrando en todos los rincones.
Cuando estaba a punto de llegar a la escuela me encontré con el viejo Antonio. El saludo fue efímero y cotidiano; sin embargo, note en su mirada un brillo extraño.
- Algo le pasa al viejo- me dije. Sus cansados pasos se unieron a los míos mientras hablábamos de cosas triviales. De pronto se detuvo en seco y con voz suplicante soltó lo que yo esperaba.
- Maestro, necesito faltar el día de hoy, mi vaca colorada no llego anoche, lo mas seguro es que se metió en un sembradío y usted ya sabe como son los compañeros del ejido, si causa destrozos en las parcelas ajenas, ya me amole. Déme el día para ir a buscarla, le prometo trabajar el domingo para reparar la falta.
-Está bien Antonio, ve y busca a tu vaca- le contesté resignado.
-Antonio se perdió rápidamente por la callejuela esquivando los pequeños charcos.
La ranchería apenas si aparecía en los mapas y mi escuela no se quedaba atrás, tres grupos, 74 alumnos, siete maestros, una dirección mal acabada, cero laboratorios, dos letrinas y un patio enorme, toda esta llanura es nuestra ¡no teníamos cerco!
Cuando arribe a la escuela, pocos alumnos habían llegado. Rutinariamente me dirigí a la dirección, quite el oxidado candado, abrí la puerta y fue entonces cuando observe el nicho vacío. La bandera no estaba, recorrí con la mirada el cartucho, poco había que buscar ahí. Salí al exterior; instintivamente fije mis ojos en el hasta bandera. Ahí estaba ondeando suavemente con majestad, teniendo como fondo el añil del infinito mezclado parcialmente con tenues nubecillas. Torne al recinto, busque en el calendario oficial, 20 de abril. Nada, no había por que izar el lienzo.
Llego Morales, el profesor de matemáticas.
--¿Por qué esta la bandera a toda asta—preguntó.
--no lo sé, el que tiene esa comisión es López. ¿Todavía no llega?
--Ahí viene—dijo Morales --¡oye, López! ¿Por qué izaste la bandera?
López volvió la cabeza y miro perplejo –yo no fui, ¿Qué día es hoy?—
--veinte de abril-- exclame un poco inquieto
--ha de haber sido ese carajo de Rosendo, con el cuento de que es un sabelotodo, le encanta darnos sorpresas con sus mentadas fechas históricas, ya ven como presume de sus famosas ciencias sociales.
--Rosendo salio muy de madrugada para la inspección, va a llevar algunos documentos que urge entregar—les informe.
--Pues ahí tienen la respuesta—dijo López—antes de partir vino a la escuela, saco la bandera y burlonamente la izó.
--Así debe haber sucedido—exclame un poco mas tranquilo. Pero ¿Qué se conmemora hoy?
Pronto llego el resto del personal, nadie lo supo y así, las clases iniciaron.
--Prof., ¿Por qué esta puesta la bandera?—dijo el preguntón del grupo.
--La verdad no lo sé, para que les voy a mentir. El Prof. .Rosendo la izó a las 6 de la mañana.
Pocos se sonrieron, pero la mayoría permaneció indiferente ante el suceso. Mire por la ventana a lo lejos se veía la escuela primaria, su asta también estaba vacía
A las 8 de la mañana mi inquietud permanecía latente, busque en el anuario, en la guía del maestro, en el libro de efemérides, en el de historia, y nada; el 20 de abril no aparecía como fecha importante que ameritara el hecho.
A las nueve salí al patio y otra sorpresa. En la distancia, el lábaro patrio de la escuela primaria ya ondeaba en todo su esplendor.
--Pedro, hijo, ve rápido con la maestra Rosa y pregúntale que se conmemora hoy.
Pedro se perdió por el corredor. Pasaron 15 min. cuando regreso.
--Dice la directora de la primaria que no sabe, que vio nuestra bandera levantada y ella nos imito, pues había una fecha importante que ella ignoraba.
--¡Señor director! ¡Señor director! –Llego una voz—lo buscan en la dirección, es el presidente seccional que viene acompañado por el jefe del ejido…
--¡maldición!—exclame para mis adentros. –Y ahora ¿Qué les digo?—
Fui a su encuentro y en trayecto trataba de encontrar una salida honrosa para aquel aprieto.
--Buenos días señores, ¿En que puedo servirles?
--Vimos la bandera y como no sabemos que se conmemora, por eso estamos aquí, para que nos saque de nuestra ignorancia, por lo pronto, ya izamos nuestras banderas tanto en la presidencia seccional como en salón del ejido.
La sangre quemaba mis mejillas, trate de disimular mi turbación y fingiendo seguridad exclame.
--Hace días nos llego un oficio de la superioridad que por decreto presidencial, el 20 de abril será izada la bandera por que ya se ah repartido la tierra ociosa que existía en nuestro país, cumpliendo con ello la promesa que la revolución hizo al pueblo campesino de México.
Los dos hombres cruzaron una fugaz mirada de asombro, pero la reacción no tardo en llegar. Una mueca de alegría cubrió sus rostros y una sonrisa se dibujo en sus labios.
--¡Organicemos una fiesta!—exclamo con entusiasmo el presidente seccional.
__ ¡claro!__contesto el jefe ejidal ¡ y en la noche un baile, esto lo tiene que saber el pueblo!
Yo permanecí callado, se despidieron efusivos y se encaminaron apresuradamente para hacer los preparativos.
En la noche todo era alegría, el club juvenil presentó algunas danzas folclóricas, los viejos se sentían contentos, mis muchachos vestían su uniforme, las damas del templo improvisaron un templete y los niños de la primaria se correteaban por la plaza.
El baile seria popular, las bocinas vibraban con el estridente sonido de la música ranchera.
Yo permanecía inquieto y callado allá, semioculto entre los portales, cuando entre la multitud vi. venir al profesor Rosendo.
--Acabo de llegar—me dijo – ¿a que se debe tanta alegría?—
--Rosendo, ¿Qué se conmemora hoy?, ¿Por qué izaste la bandera?
--No lo sé, yo no icé ninguna bandera.
--¡como!-- ¿Entonces quien fue?
El me miro asombrado cuando le conté todo lo que había pasado. Me prometió guardar el secreto y con grandes carcajadas se dirigió al centro del bullicio.
Serian las 10 de la noche cuando ya resignado ante aquel hecho insólito, sentí en mi espalda una mano áspera. Gire la cabeza y vi. Al viejo Antonio. Este, con rostro de cansancio y polvosas ropas, me dijo:
--Encontré la vaca, la busque todo el día y por fin di con ella, estaba en la cañada bien oculta entre los encinos, lo mejor de todo es que no causo daño entre las parcelas.
--Antonio—le pregunte con muy poca esperanza-- ¿Quién izo la bandera esta mañana en la escuela?
¿la bandera? Fui yo –me contesto con voz cansada serena
¿Por qué lo hiciste? ¿Qué se conmemora hoy?—le dije con mirada de ansiedad
--¿hoy? Sepa dios, señor.
--entonces ¿Por qué la pusiste en el asta?
--pues verá, anoche cayó la primera lluviecita del año, los techos están resecos y la dirección se goteo. La bandera estaba mojada y que mejor lugar ara secarla que en el palo de la escuela…
--¡Maldito conserje!—le dije con voz suave y siniestra. – ¡Te mato si le comentas a alguien lo que hiciste!
…Y COLORIN COLORADO ESTA HISTORIA AH FINALIZADO.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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